La razón por la que se asocia al 11 a la iluminación y la espiritualidad recae en el análisis numerológico de su simbología. En este análisis, no es lo mismo decir 2 que 1+1. 2 alude a la simbolodía de lo dual, lo polar, mientras que 11 se compone de unidades completas, dos individuos que se complementan. Naturalmente, quienes portan el 2 también evolucionan hacia la alta espiritualidad, solo que el número 11 como tal explicita el modo de alcanzarlo, esto es, no necesitando del otro para completarme sino que siendo completo me vinculo con otro que también lo es y que, en esencia, somo el mismo, somos el Uno. En el cuerpo humano se refleja en la unidad de trabajo de ambos hemisferios cerebrales. Estudios sobre estados ampliados de Conciencia informan que quienes meditan o practican un estilo de vida espiritual poseen una mayor coherencia de onda cerebral entre sus hemisferios. Y que existen abordajes que propician esta coherencia de onda, facilitando la sanación de emociones reprimidas y traumas de todo tipo.
A 11 se le atribuye rasgos de notoriedad y jerarquía. Esta atribución esta dada por la relación de 11 con el signo de Leo, a través de la carta La Fuerza, arcano XI del tarot Rider Waite. Asi mismo, se asocia con La Justicia, arcano XI en el tarot de Marsella, que le confiere los atributos de ecuanimidad y diplomacia. Muchos líderes portan este número.
Otra relación por signo: el undécimo signo del zodíaco Acuario, con el que se puede asociar la naturaleza de idealismo social y, a veces, utopías. Existe una relación entre 11 y la Revolución Francesa, ya que 11 en alemán es “elf” que son las siglas del lema de la Revolución. Egualité – Liberté – Fraternité. 11 observa como cada parte puede funcionar idealmente dentro la totalidad. Es por ello que eventualmente llega a la conclusión, en esta u otra vida, que el mejor aporte que puede hacer a la humanidad es liberarse individualmente, despertar.